Procesionaria del pino. La oruga.
Cuando tomar las precauciones
En esta época del año podemos contemplar un paso como las orugas se desplazan por el suelo. Esto no es más que el cuarto ciclo de este insecto que desciende del pino para buscar un lugar donde enterrar y realizar su metamorfosis.
A veces se desplazan formando llamativas hileras (de ahí el término «procesionaria»).
Siendo este un momento especialmente peligroso para las personas y nuestras mascotas, que contiene una toxina adherida a su cuerpo, en lo pelitos que las protege y que son urticantes. Puede provocar severas reacciones alérgicas. Estos pelitos los liberan cuando son molestas y producen reacciones inflamatorias, estornudos y erupciones en la piel de los humanos y otros mamíferos.
En nuestros amigos, los efectos secundarios son algo más irrelevables, puesto que cuando entran en contacto con el producto por ingestión. En perros ha llegado a una necrosis en la lengua e incluso inflamaciones de garganta que han llevado a los caños a la muerte.
Hay que evitar en todo el momento el contacto con estas orugas o el lugar por donde han pasado recientemente.
Es por eso que es muy recomendable tratar los pinos al comienzo del otoño
Cuando estas orugas se encuentran en sus primeras fases de crecimiento.
A lo largo de su desarrollo forma «bolsas», donde anidan y crecen, para bajar de nuevo por las ramas y el tronco de estos árboles, enterrar, realizar la metamorfosis y convertirse en lepidópteros (polillas), que emergen en el mes de agosto , se aparearán y depositarán los huevos en las partes más soleadas del pino, las orugas eclosionaran a comienzos de otoño y comenzarán a desarrollarse, completando así el ciclo.
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